La lucha contra la pobreza y la mejora de los niveles de cohesión social en Mineral de la Reforma se han convertido en prioridades centrales de las políticas de desarrollo. Sin embargo, pese a que el municipio ha experimentado significativos logros en muchas de las metas, los niveles de pobreza están inmóviles. Por ello las soluciones son complejas y es necesario buscar un equilibrio entre un enfoque integral, que aborde las causas profundas y la adaptación de las políticas públicas a las circunstancias específicas nacionales y estatales. Las políticas sociales son elementos imprescindibles, pero precisan de la construcción de un consenso social basado en una ciudadanía participativa.

El municipio requiere de una estructura económica estable, previsible y en constante crecimiento que garantice el flujo económico y la rentabilidad en materia de inversión. El crecimiento del futuro tiene que ser sostenible e incluyente, debe democratizar la productividad y expandir las oportunidades laborales. Sólo así podremos consolidarnos como una economía fuerte en la que las familias de Mineral de la Reforma cuenten con lo que necesitan y puedan desarrollar su talento en cualquier sector que les interese.

En materia de seguridad pública se propone implementar el mando coordinado con la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), a efecto de consolidar acciones de manera conjunta y cuyo objetivo es, que el municipio haga uso de los recursos del Estado mediante la estrategia Hidalgo Seguro.

El municipio de Mineral de la Reforma requiere adoptar un modelo de desarrollo, nuevas formas y patrones de aprovechamiento sostenible de los recursos, a fin de promover las condiciones necesarias para el desarrollo de la población del municipio y de la Zona Metropolitana de Pachuca de Soto, la preservación de un medio ambiente sano y garantizando el equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar de la ciudadanía y el medio ambiente.

El sistema político democrático, la propia administración pública y los ciudadanos, han venido madurando el desarrollo de algunos nuevos instrumentos que permitan a los gestores públicos gobernar bien, pero también que permitan a los ciudadanos controlar apropiadamente esa gestión. Parte sustancial de esas herramientas es lo que se conoce como rendición de cuentas. La rendición de cuentas es la obligación de toda persona, a la que le es conferida una responsabilidad, de dar cuenta del encargo recibido, haciendo una explicación que puede ser satisfactoria o insatisfactoria, debiendo provocar en el primer caso reconocimiento o efectos favorables, y en el segundo caso desaprobación o consecuencias negativas.

La evaluación es un componente fundamental de la planificación para el desarrollo, proporciona información para verificar, si lo que se planificó en las políticas públicas está permitiendo obtener los resultados previstos y si estos corresponden, entre otros, a cambios en materia de bienestar, aumento de las capacidades y el goce efectivo de los derechos de la población. Sus resultados aportan los conocimientos para crear planes y políticas, ponen en evidencia problemas no detectados, contribuyen a estructurar alternativas, aportan los datos para implementar nuevos programas y proyectos y justifican las decisiones o alternativas de políticas. Es decir, permiten a la administración municipal tomar decisiones estratégicas de manera informada y a su vez, difunden lo realizado y logrado a la ciudadanía por medio de la rendición de cuentas.

La salud es una condición indispensable para el logro de los objetivos planteados en las políticas sociales, diseñadas para alcanzar las metas nacionales, estatales y locales de crecimiento económico y bienestar, incluidos el desarrollo social y de la salud.

Las políticas públicas en el sector de la salud, junto con las de otros sectores, tienen un enorme potencial en lo que se refiere a garantizar la salud dentro del municipio. Representan un complemento importante de las reformas de la cobertura universal y de la prestación de servicios. Si miramos al futuro, a los diversos desafíos que plantea la creciente importancia del envejecimiento, el desarrollo urbano y los determinantes sociales de la salud, resulta evidente que hacen falta mayores capacidades para aprovechar este potencial.

Se plantea, entre otras acciones, transformar los centros de salud en clínicas de primer nivel, con la finalidad de garantizar este derecho de los ciudadanos los 365 días del año.

La educación es un proceso que se asimila al contexto sociocultural y es un hecho que ocurre permanentemente por la condición y voluntad del hombre y de los pueblos de ser y hacerse, de dignificarse y construirse, de elevarse y transformarse; siendo así, la educación es una presencia vital social que posibilita el perfeccionamiento, la superación y la plenitud.